Compras

Durante las fechas navideñas gastamos más dinero del que queríamos gastar en un principio. La sociedad consumista unida a las campañas publicitarias nos empuja a comprar más de lo que necesitamos. Gastamos dinero casi sin pensarlo en regalos, adornos, comidas, luces… bajo el lema “esto lo pago con la extra de Navidad”, o “ya me lo cobrarán el mes que viene”. Muchas veces, estas compras compulsivas son un intento de llenar el vacío y la soledad que podemos sentir en estos momentos tan emotivos y familiares.
La pérdida de un ser querido, una separación, la situación de desempleo… son momentos difíciles que pueden ser camuflados bajo la obsesión de comprar, como un simple intento de demostrar al mundo que “las cosas van bien”. Además, las personas con problemas de adicción a las compras, ven reforzado su comportamiento, ya que en estas fechas, no son sólo ellas las que gastan sin control, sino que somos todos los que lo hacemos.
Por eso, es conveniente tener muy claro el presupuesto con el que contamos para regalos, comidas u ocio, y planificar cómo queremos pasar estas fiestas, sin tener que arrepentirnos de nada en el mes de enero.
Cosas a tener en cuenta
– Haz listas de compras, y compra solo que hayas anotado.
– Modera tus gastos.
– Compra solamente lo que puedas pagar. Los pagos a Plazos pueden ocasionarte algún problema.
– Intenta hacer regalos creativos, originales, sin grandes gastos o incluso sin coste monetario. Verás como te lo agradecen.
– Ir de compras NO es una buena técnica para despejarse, alegrarse, olvidarse de los problemas, etc. Todo lo contrario.
– Existen alternativas de ocio lejos de los centros comerciales.
Mitos y Falsas Creencias
Existen ciertas creencias que son falsas:
– Ir de compras me ayuda a superar mis problemas. FALSO.
Además, cuando vamos de compras con un estado de ánimo alterado, seremos incapaces de tomar decisiones adecuadas.
– Un regalo se mide por su precio. FALSO.
Está más que demostrado que las personas valoramos, en general, más el detalle, la intención, o el esfuerzo que el valor económico, especialmente cuando hablamos de seres queridos.
– Hay que estar a la última para disfrutar de la vida. FALSO.
De hecho, estar a la última se puede convertir en una verdadera obsesión, dejando a un lado el fin de los objetos en si, y dando más valor a la novedad. Hoy en día sería imposible estar a la última en ningún campo, ya que los avances a nivel mundial se producen cada día. Las modas cambian, las tendencias se actualizan cada hora, la tecnología se supera cada semana. Pensemos un que necesitamos y no en que nos hacen pensar que necesitamos.
– Lo bueno tiene un coste más elevado. FALSO.
Esta afirmación es tremendamente relativa, y sujeta a miles de variaciones. La calidad no se debe confundir con el coste o el precio.